El estado de Veracruz enfrenta una crisis ambiental sin precedentes debido a fugas y derrames de petróleo provenientes de pozos inactivos y ductos abandonados de Petróleos Mexicanos (Pemex), que han contaminado suelos, ríos y zonas agrícolas; siendo el Río Pantepec, el más afectado.
Comunidades de Álamo Temapache y Tuxpan reportan que el crudo ha invadido cultivos, ganado y fuentes de agua, mientras que las autoridades de Pemex no han presentado un plan de remediación ambiental. Expertos advierten que la contaminación se ha extendido a cuerpos de agua que abastecen a poblaciones completas, afectando la salud de cientos de familias.
Organizaciones civiles y ambientalistas exigieron la intervención de la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA) y de la Profepa para restaurar los daños ecológicos. El desastre refleja el abandono de la infraestructura petrolera y la falta de supervisión ambiental en el estado.