El Consejo de Soberanía Popular (CSP) adelantó un plan estratégico para proteger el maíz criollo, en el cual se contempla el establecimiento de un banco de germoplasma destinado a resguardar la diversidad genética del grano nativo frente a amenazas como contaminantes, cultivos transgénicos y cambios climáticos.
Según el anuncio, el esquema incluirá apoyos financieros a productores que mantengan prácticas tradicionales, incentivos para el mejoramiento de semillas regionales y mecanismos de monitoreo genético. También se pretende impulsar la investigación científica para asegurar que las variedades locales continúen siendo viables en las diferentes regiones agrarias del país.
Esta medida surge en un momento de presión por litigios internacionales y debates sobre el instrumento comercial TMEC, donde México enfrenta desafíos para defender sus cultivos nativos sin violar compromisos internacionales. La presidenta Claudia Sheinbaum ha defendido que el maíz criollo es parte del patrimonio cultural y debe protegerse por ley frente a modificaciones no autorizadas.
Con este plan, CSP busca reforzar la soberanía alimentaria del país mediante políticas que reconozcan la importancia biológica, cultural y económica del maíz, posicionando la defensa genética como un eje central en la política agrícola nacional.

