El Gobierno de México busca recuperar más de 16 mil millones de pesos presuntamente desviados mediante operaciones de huachicol fiscal, esquema utilizado para introducir combustible al país simulando importaciones legales. La Secretaría de Hacienda, la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) y la Fiscalía General de la República encabezan las investigaciones.
De acuerdo con las autoridades, las maniobras se realizaban a través de empresas fantasma y facturación falsa, generando pérdidas millonarias al erario. Parte del dinero fue triangulado a cuentas en el extranjero y a compañías con domicilios inexistentes.
El gobierno federal trabaja para congelar activos y recuperar los recursos, además de sancionar a funcionarios y empresarios involucrados en la red. Se prevé que las indagatorias deriven en procesos judiciales por defraudación fiscal y lavado de dinero.
Con estas acciones, la administración busca frenar la corrupción en el sector energético y reforzar la vigilancia en la importación de hidrocarburos, uno de los rubros más vulnerables del país.

