La Fiscalía General de la República tiene previsto trasladar a César Duarte Jáquez, exgobernador de Chihuahua, a la Ciudad de México para continuar los procesos legales que enfrenta. Una vez en la capital, se prevé que sea puesto a disposición de instancias judiciales federales para que rinda declaración y se determine su situación jurídica.
Duarte cumple varios cargos pendientes por presuntos delitos como peculado y asociación delictuosa durante su gestión como gobernador de Chihuahua entre 2010 y 2016. El caso ha transitado por extradición, amparos y disputas jurisdiccionales entre autoridades estatales y federales.
El traslado a la CDMX se considera un paso clave para centralizar el caso en tribunales federales y avanzar con el proceso penal bajo competencia nacional. Además, esto podría facilitar el acceso de la defensa y de las autoridades al expediente completo, agilizando las audiencias.
Analistas legales señalan que el movimiento podría implicar modificaciones en medidas cautelares o condiciones bajo las cuales Duarte enfrenta el proceso. A su vez, el destino final podría ser su retorno a Chihuahua para enfrentar cargos locales o permanecer bajo custodia federal.
Este traslado pone en el ojo público un capítulo crucial del litigio del exmandatario, que busca dirimir su responsabilidad ante sistemas internacionales y nacionales.

